Entrevista al poeta tinerfeño Javier de La Rosa
Recientemente, la Asociación Mundial de Juristas de la ONU ha distinguido al escritor y poeta tinerfeño Javier de la Rosa por su contribución al respeto de los Derechos Humanos y la Paz en el mundo.
¿Cuándo se inició en el mundo de la poesía?
En el mundo de la poesía me inicié desde los cinco o seis años, tempranamente. Recuerdo que mi maestra fue Concha Acuña, una persona muy nombrada, porque en aquella época del magisterio español hubo mucha gente preparadísima. Yo tardé en aprender a leer y escribir. Mis compañeros, según me contaba mi madre y la propia maestra, ya se habían iniciado en la lectura y la escritura y yo no. Hasta que un buen día, la maestra nos manda a redactar una excursión por el campo; cuando le entrego lo que tengo escrito, me llama aparte, dijo que eso era asombroso, que era un poema. A partir de ahí, nació el poeta, aunque creo que el poeta nace antes de expresarse. Según decía mi madre, cuando me llevaba en brazos hacia la casa de mis abuelos, yo me quedaba mirando hacia la luna en el atardecer. Entonces, ella siempre me decía que desde niño la poesía estaba latente en mí mirando absorto a la luna y su metáfora, y prosigo enamorado de ella.